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Qué es localización

Qué es la localización de contenidos digitales

Para aquellos que no tengan conocimientos informáticos, explicado “de manera sencilla”, cualquier programa (software) es un conjunto de archivos de texto organizados e interconectados que establecen una serie de rutinas que permiten a una computadora realizar determinadas tareas.

Los textos de estos archivos se escriben en lo que conocemos como lenguajes de programación, entre los encontramos, por nombrar algunos, Java, Javascript, Python, Go o Kotlin. Estos lenguajes utilizan los mismos estándares en todo el mundo, es decir, un programador de Java en España utiliza el mismo lenguaje de programación Java que un programador de Java en la India.

Dicho esto, parece lógico asegurar que la programación de software, en sí misma, no posee particularidades culturales. Sin embargo, en el momento en el que el software se manifiesta ante el humano en la pantalla de un dispositivo, sí es necesario adaptar la interfaz de ese software al usuario. En ese momento, tener en cuenta las especificidades lingüísticas y culturales es especialmente importante.

Un ejemplo sencillo: cuando usted instala en su ordenador un programa informático de uso tan extendido como, por ejemplo, el procesador de textos Word, el propio software le permite instalarlo en diferentes idiomas. Bien, pues los textos que aparecen en las diferentes pestañas de acción del programa (cortar, pegar, negrita, insertar imagen, etc.) deberán estar correctamente traducidos.

Dando un paso más, la traducción de textos que aparecen en un juego de rol en línea deberá tener en cuenta las particularidades culturales y lingüísticas de aquellos idiomas en los que se ofrece. Y lo mismo sucede con una página web a la que, como sucede con el juego en línea, se puede acceder desde cualquier parte del mundo.

En ocasiones, las primeras versiones de un software se ofrecen sólo en inglés y, si el programa tiene una buena aceptación en el mercado, la empresa que lo desarrolló va incluyendo mejoras entre las que se encuentra su traducción a otros idiomas.

Qué es la localización

La localización es el proceso de traducción y adaptación de los textos que ve el usuario de un software o una página web a las peculiaridades lingüísticas y culturales del país o región al que pretende dirigirse.

Una de las mayores ventajas de Internet es que nos permite compartir información de manera casi instantánea en todo el mundo. Una ventaja, además, bidireccional, ya que favorece tanto al emisor como al receptor.

Esto significa que, para una empresa de servicios deslocalizados o desarrolladores de software, la globalización y el acceso a la información a través de la red de redes significa un mercado potencialmente ilimitado. Si algo funciona en Estados Unidos, el desarrollador (o el empresario) puede intentar exportar su producto o servicio a otros países.

En qué se diferencia la traducción de la LOCALIZACIÓN

Como comentábamos en este artículo, la calidad de una traducción profesional se rige por una serie de criterios objetivos y subjetivos. Uno de los criterios, al igual que sucede en la localización, es la adaptación del texto a las peculiaridades del lenguaje y la cultura del lector objetivo. Entonces, ¿en qué se diferencian localización y traducción?

La localización no consiste únicamente en traducir, ya que hay que tener en cuenta, tanto los aspectos culturales, legales y costumbres del país en el que se va a vender el producto, como los aspectos técnicos y funcionales del soporte digital.

Una aplicación de software traducida del inglés al chino, si no está correctamente localizada, puede generar problemas de usabilidad por el tamaño de las fuentes tipográficas, diseño de los gráficos, etc. Un usuario chino podría lograr utilizar el programa, pero lo percibiría como algo extraño.

En idiomas como como el hebreo o el árabe, en los que se escribe de derecha a izquierda, al localizar software para esos idiomas, el localizador no sólo tendrá en cuenta la traducción del texto, también considerará la orientación de recursos como menús, botones de acción o cuadros de diálogos. Es decir, deberá tener en cuenta cómo interactúan los hablantes nativos de esos idiomas con el contenido escrito para optimizar su experiencia digital.

Al mismo tiempo, la localización tendrá en cuenta elementos no lingüísticos como iconos, símbolos y gráficos y los adaptará al lector objetivo para garantizar que las imágenes tienen sentido para esa cultura y no resultan ofensivas.

Aunque parezca increíble, el gesto de una mano en la que el dedo índice toca el pulgar, en algunos países, resulta ofensivo. Cruz Roja utiliza el símbolo de la media luna roja en sus operaciones de Oriente Medio. Incluso la simbología del color es fundamental en todas las culturas del mundo ya que  es un componente importante de los símbolos visuales y es utilizado como medio de comunicación, por lo que hay que tenerlo también en cuenta.

Conclusión

Cualquier empresa, institución u organización que pretenda expandir su influencia o nicho de ventas más allá de su ámbito fundacional o mercado nacional debería tener en cuenta localizar correctamente sus canales de comunicación en red o sus productos digitales.

En un mercado global y atomizado como en el que nos movemos hoy, son muy pocos los productos que pueden prescindir de un concepto de marketing tan importante como la comunicación con el cliente. Para comunicarse con el cliente, hay que saber cómo habla y hablar como él. Y para generar una experiencia digital satisfactoria, hay que saber cómo interactúan los hablantes de cada idioma con el contenido escrito de un soporte digital. Y eso es lo que se consigue con una correcta localización de contenidos digitales.

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