C/ Miguel Ángel, 17, 2º C 28010 Madrid

El origen de la interpretación simultánea: Los juicios de Núremberg

Antes de entrar en materia, consideramos importante definir que la interpretación simultánea es aquella que se realiza en tiempo real y de manera superpuesta al discurso con, a penas, unos pocos segundos de distancia del discurso original.

juicios de nuremberg

Aunque esta técnica de interpretación ya se había utilizado anteriormente, el origen de la interpretación simultánea, como la conocemos hoy en día, suele enmarcarse en el curso de los juicios de Núremberg. Los procesos de Núremberg (o juicios de Núremberg) fueron un conjunto de procesos judiciales emprendidos a iniciativa de las naciones aliadas vencedoras de la Segunda Guerra Mundial en los que se determinó y sancionó la responsabilidad de dirigentes, funcionarios y colaboradores del régimen nacionalsocialista de Adolf Hitler en los diferentes crímenes y abusos contra la humanidad cometidos en nombre del Tercer Reich Alemán desde el 1 de septiembre de 1939 hasta la caída del régimen en mayo de 1945.

El estatuto del Tribunal Militar Internacional reconocía – y establecía de hecho – el derecho de los acusados a un juicio justo y una de las formas de asegurarlo era que todas las declaraciones debían traducirse a idiomas que todos los implicados en los procesos (tanto los acusados como los cuatro jueces internacionales) pudieran entender.

Para conseguirlo, se encargó a la empresa estadounidense IBM el desarrollo de un nuevo sistema de interpretación que basó en un sistema de traducción anterior usado en la Sociedad de las Naciones en 1931. En la vieja versión, los discursos y declaraciones se traducían previamente para ser leídos simultáneamente en los diferentes idiomas durante el trascurso del proceso.

En el tribunal de Núremberg, por el contrario, se utilizaron cinco canales de traducción. El primer canal contenía las transmisiones textuales del orador. Los otros canales eran traducciones al inglés, ruso, francés y alemán que cada participante en el juicio escuchaba gracias a unos auriculares. Había seis micrófonos ubicados en la sala del tribunal: uno por cada juez, otro en el estrado de los testigos y otro  en el atril del orador. Tres equipos de intérpretes, bajo la dirección de Leon Dostert, teniente coronel del ejército de los Estados Unidos, y Alfred Steerel, capitán de corbeta de la armada de los Estados Unidos, trabajaron durante la celebración del proceso.

Los turnos de trabajo se dividieron por grupos. Mientras dos equipos de intérpretes se turnaban en la sala de tribunal, un tercer equipo escuchaba los procedimientos desde otra habitación. Hubo, incluso, un cuarto equipo de intérpretes auxiliares disponible para otros idiomas como el yidis y el polaco. Además de estos equipos, otros dos intérpretes se sentaban en un banco detrás de los jueces para realizar cualquier aclaración que los magistrados considerasen oportuna.

Debido a las necesidades complejas de la interpretación, en el juicio se fijó un límite de 60 palabras por minuto y se empleó un monitor en el que se encendía una luz amarilla para avisar al orador si debía hablar más despacio, o una luz roja para indicarle que debía detenerse y repetir lo que había dicho.

IBM proporcionó la nueva tecnología para el juicio de manera altruista y únicamente exigió que el gobierno estadounidense se hiciese cargo de los gastos de envío e instalación del sistema de interpretación simultánea. El éxito del sistema permitió a IBM vender el sistema para su uso en Naciones Unidas.

Este nuevo sistema de interpretación simultánea empleado en los juicios de Núremberg, supuso tal éxito que, hoy, tanto en las reuniones de organismos internacionales en las que participan personas de diferentes países (Tribunal de Justicia de la Unión Europea, reuniones de la Unión Europea o la Organización de las Naciones Unidas, etc.), como en cumbres y congresos internacionales o coloquios con gran número de público y ponentes, se opta por la interpretación simultánea desbancando a otras técnicas como la interpretación consecutiva.

Las características más relevantes de la interpretación simultánea son su carácter de inmediatez, fluidez y el uso de equipos técnicos desplegados en las diferentes salas de trabajo. En condiciones ideales, un equipo formado por dos intérpretes se aloja en cabinas insonorizadas equipadas con micrófonos, auriculares y grabadoras de sonido, turnándose en sus labores de interpretación para no exceder la media hora de manera continuada. Es necesario también que el intérprete pueda ver la sala con claridad desde la cabina, así como los posibles apoyos visuales empleados por el orador.

Esta técnica sirve de paraguas bajo el cual se recogen varias subtécnicas o especialidades como el chuchotage (interpretación susurrada), el relé (interpretación en cadena) o la traducción a vista.